Desarma mi armadura...
Haz que mi alma sea vulnerable a tus encantos,
embriagame en la dulzura que nace de tus manos,
brota de tu voz, que tu sonrisa sea una lanza
que traspase el muro que creo el desamor...
No prometo que mi amor sea lo mejor,
tampoco lo peor, es simplemente un corazón
que se muere por demostrar su valor
vale la pena que conquistes mi interior...
Qué más puedo ofrecer, más lo que soy yo,
con mis defectos y virtudes,
con estos atributos que son carencias,
pero déjame prometerte que una vez que me conquistes,
te amaré hasta que mi vida sea extinguida por Dios...
Será que ya no hay valientes que osen
aventurarse en una historia de amor,
pocos quedan que crean realmente
en encontrar en otro su razón...
Si estás dispuesta, aquí te espero,
si tienes miedo, estoy aterrado,
pero dime qué podrás luchar y te aseguro
que siempre, siempre, estaré a tu lado.
Fernando Alberto Rodríguez.