miércoles, 15 de septiembre de 2010

Gente...

Gente...
Consciente de las cuestiones sociales,
estoy seguro que la comunidad misma
encierra en si, muchas respuestas a problemas
que la misma sociedad crea.
Es esta capacidad de lograr imposibles,
que nos hace humanos, que erramos, acertamos
y volvemos a errar, porque la memoria es fragil,
y mas aun en la Argentina.
Al parecer olvidar, borrar, es algo comun en nosotros,
dejar de lado tantos años de luchas por derechos,
que fueron transgredidos cuando hubo un proceso,
luchar de nuevo por el statu que habia antes,
es casi un hecho imposible en epocas actuales.
Existe en este momento de la historia,
una crisis de representacion democratica,
entendida de esta manera como un sector de la sociedad
busca tener un representante que los identifique.
La gente aun cree en algo,
aunque sea efimero, aunque sea espontaneo,
busca en referentes su imagen, su lider, su guia,
lo seguiran porque ven en el lo que ellos son, lo que quieren ser.
Enmarcado e idealizado como un ser fuerte,
el lider busca el bienestar de todos,
transgrede con esa pasividad que caracteriza
a la mayoria de los sectores sociales,
enajenados y hasta estaticos, que se dejan llevar por la corriente.
Asi es que esta movilidad de masas, guiadas por el lider,
busca alcanzar lo que no pueden tener,
esas ansias por conseguirlo, los hace peligrosos,
presos de la necesidad, estan a un paso de perder o ganar todo.
El movimiento de las masas es algo increiblemente complejo,
se adecua a las situaciones de una manera osada,
una plasticidad que solo se da en la practicidad,
en lo pragmatico del tiempo real.
Relegados del modelo, segregados por el colador
que discrimina quien entra y quien queda afuera,
estas enormes masas ratifican, justifican y proyectan su poder,
poder que les confiere ser mayoria,
porque el estado democratico es una contradiccion en si mismo,
propone a un hombre tomar la decisiones de todos.
En el movimiento de las masas, tambien hay una contradiccion,
proponen una hegemonia de poder en un representante,
lo justifican y ratifican en el cargo,
la diferencia radica en que el "lider" esta junto a ellos en la lucha,
codo a codo, a su lado, lo que no sucede en un estado.
La democracia misma autoriza a las huelgas,
a darle lugar al descontento de un sector de la sociedad,
consume los reclamos, los proyecta en soluciones,
soluciones que no alcanzan, porque siempre se quiere mas.
Constantemente la sociedad protesta,
busca hacerse oir, escuchar, por los dirigentes del estado,
dirigentes muchas veces negligentes,
dirigentes incompetentes que no dan soluciones reales.
Esta gente, la que protesta, es la que hace a la historia,
la que nutre la memoria, quedando trascendente
a traves del tiempo, cuando logran conquistar
el objetivo que se marco al iniciar la lucha.
Las organizaciones sociales, son justamente el movimiento de las masas,
buscando lo que no tienen, ejerciendo el divino derecho
que les confiere la libertad, libertad que ve su tope
cuando el estado piensa que el poder puede ser arrebatado.
Un final abierto para las organizaciones, para el estado,
para la sociedad misma, para nosotros,
porque la gente es ese motor de la historia,
veremos hacia donde nos lleva el camino
de transitar lo colectivo sin preguntarnos si queremos
subirnos... o quedarnos a medio camino.
Fernando Alberto Rodríguez Fernández.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre me he preguntado, porque tenemos que obedecer a un minusculos grupo de personas que muchas veces nos llevan al caos, teniendo la mayoria el poder de decidir que es lo que queremos y cmo lo queremos. Luego pienso, entonces caeriamos en una anarquia.
Buen articulo y eso que es el primero que leo. Sister....