Dame una luz de esperanza...
Volver a verte, conversar otra vez,
entender que lo que nos sucedió
fue una jugada del destino
que de un día para el otro nos separó...
Aún sigo esperándote
no concibo una vida sin tu amor
por tal razón mi deber es ser sólo tuyo,
pues dejame amarte en tu soledad...
Es un vacío que llevo conmigo,
pocos saben de él,
pocos conocen de nuestra historia,
pocos pueden entender que el amor es todo.
Eres la mujer que me dio lo más bello
que un hombre aspira en la vida,
un amor puro y sincero, pasión y ternura,
compromiso, ilusión y una eterna promesa
que es un eco constante en mi vida.
Te amo. A pesar de tu ausencia,
aún en contra del tiempo,
lo único que deseo es encontrarnos de nuevo y ver si este amor... Es eterno.
Fernando Alberto Rodriguez.
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