viernes, 20 de septiembre de 2019

¿Qué hago?...

¿Qué hago?....


Solo Dios sabrá de dónde sale la fuerza
que me mantiene cautivo en la esperanza
de que algún día aparezcas, 
manteniendome libre, para ser solo de ti...
Si hay un milagro en seguirte amando,
el solo hecho de haberte esperado tantos años, 
con las noches solitarias, 
con mis manos sosteniendo la ilusión...
Las fuerzas van menguando, 
me veo cada vez más solo,
la tristeza invade mi hogar, no hay sonidos, 
solo el eco constante de tu vació...
He crecido, fui transitando la vida, 
ya no soy el mismo joven de antes, 
me veo maduro, tengo amigos, 
más me siento mejor solo que acompañado...
Nadie sabe del sufrimiento que es levantarse, 
mirar hacia mi costado y ver tu lado vació, 
seguir día a día con la firme determinación
de esperarte porque siempre estas presente...
Aunque déjame decirte que seguir así duele, 
más si no hay forma de saber de ti, 
sigo persiguiendo al viento, 
ojala algún día lo alcance, Dios quiera que aparezcas.
Si el dolor es la medida del amor, 
por favor, cielo, entiende que el dolor es inmenso, 
como el amor que siento, que me hace seguir
esperando tu regreso, el regreso de mi mujer.



Fernando Alberto Rodriguez.

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