Te estuviste olvidando de mi...
Dejaste de pensarme?, de sonreir al recordarme?... dejaste de llamarme y encerrarme en tus recuerdos, pues ahora intento comprender que me hace preso y esclavo de nuestro ayer...
Que será esta fuerza intangible? incomprensible para cualquier ser humano, que no haya conocido el amor, ni lo que conlleva haber entregado el corazón...
Pocos son los privilegios que te otorga Dios, entre ellos esta el haber conocido la pasión desenfrenada que nace desde el centro de mi alma, que sale de mi para depositarla en ti...
Por qué siento el apego al recuerdo de tu ser, si me preguntan no podría responderle a nadie, porque nadie puede escrutar dentro de mis sentimientos, encontrándote en cada uno de ellos...
El vacío que llevó conmigo el resto de mis días, es el mejor recordatorio de que existes, de que estas en algún lugar de este inmenso mundo, es mi excusa de volver a divagar con encontrarnos de nuevo, así me devuelves lo que te entregue sin saber que te quedarías con lo mío, con lo que me hacia ser lo que soy, aún faltándome tu... Mi único amor.
Será que me dejaste escapar para escribir esta noche, para despojarme de las cadenas que me tenían sin poder escribir, volvió raudamente y efímeramente un ápice de mis sentimientos, por un instante, antes que cierre mis ojos, pude tener la lucidez suficiente confirmando, después de tantos años, que te sigo amando.
Por favor, no te olvides de que existí, aunque sea una mueca merezco de tus labios, un pensamiento y si no es mucho pedir un "te amo", aunque no te pueda ver en ese instante dejame soñar despierto, que no me haz olvidado.
Fernando Alberto Rodriguez Fernández.
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