Encender de nuevo la llama de la esperanza...
En este mundo del sosiego,
donde todos esperan que todo acabe mañana,
nadie ve mas allá de sus narices,
nadie mira hacia un futuro que le es negado a los jóvenes.
Realmente pensar que todo esta por demás mal,
que todo es una mierda,
es el mensaje que se les trasmite a los niños,
y a la gran mayoría de la sociedad,
pues los medios amplifican todas las noticias,
y mientras mas mala la noticia, más vende.
Hoy en día ya no basta con buscar justificativos sociales,
o apuntar a la desaparición del núcleo familiar
como el factor principal de una falta de valores intrínseca
ni culpar a las tríbus sociales ni mucho menos a los grupo de jóvenes
que se junta en una esquina o en una casa,
ya no más, es hora de cambiar y buscar una solución,
de devolverles el deseo de vivir por un ideal y una ilusión.
Cuando el hombre mato a Dios, cuando el mismo hombre
tomo el lugar de ser el creador,
entonces se perdió algo, algo más que una simple fe,
se perdió el sentido que tenía la vida.
No busco buscar una forma de vivir,
pero cada día que pasa es peor,
nadie respeta a nadie, nada respeta a nada,
el simple hecho de respetar la vida parece ser olvidado
pues se mata con tanta naturalidad que es aberrante
hacer algún comentario hacía tal crueldad.
Todos esperan que el mundo se acabe mañana,
todos esperan el 2012, todos quieren vivir y tienen miedo,
se les impone una caducidad a la vida y a la forma de vivirla,
ya no hay libros ni seres que enseñen como hacerlo,
cada vez mueren mas referentes de vida,
cada vez se pierde algo que nos identifica.
Habrá que encender de nuevo una pequeña luz
en medio de tanta oscuridad,
que batalle entre el sosiego y la desesperanza,
que busque abrirse paso y alumbrar más allá
buscando, quizás, encender de nuevo... la esperanza.
Fernando Alberto Rodríguez Fernández.
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