viernes, 25 de abril de 2008

Lo tuve que hacer...

Lo tuve que hacer...

Este será el primer cuento que haré con la temática que intentaré dominar y quizás falle en mi intento de relatar...

Era de noche, caminaba por las calles deshabitadas de toda acción mortal, inhóspitas de toda forma humana, solo los elementos me acompañaban... De repente apareció una figura extraña, era la de un felino de curvas pronunciadas, sigilosamente se me acerco, no tuve el menor reparo en no aceptar esa compañía en la soledad de aquella noche... Caminaba a mi par, me seguía por donde iba, pronto llegamos a mi morada, como vi que su intención era quedarse le di la oportunidad de refugiarse en un rincón... Día a día nos fuimos haciendo mas amigos, ustedes sabrán que la soledad no es buena consejera así que aquel animal dócil era una compañía mas que certera a la forma de entender el aislamiento que tenia... Pasaron los días, las semanas y los meses, el animal era parte inherente a mi hogar, no había forma en que no pudiera apreciar a este extraordinario ser... Un día, como por acto de una acción maligna tome, caí en el vicio vigoroso del alcohol, de la instintiva malicia que nos hace desvariar, entonces entre a mi casa, era de noche no se veía nada, me sentía confundido, veía en todo maldad, como una paranoia poco natural encontré en cada cosa una posible acción criminal hacia mi persona... De repente una sombra negra como la noche apareció, era como el espectro de la muerte misma convertida en cuatro patas, un cuerpo cilíndrico una cabeza gigante con poderosas fauces y una cola larga como un látigo... Pensé que era una abominación maligna de gran tamaño... Apenas me percate de esto, tome un hacha, de esas que se guardan cerca de la chimenea, me acerque lentamente hacia la figura y le aseste un golpe en medio de su cabeza... Un liquido pareció recorrer la alfombra, al prender la luz.... Vi al animal, al noble felino tiezo en el suelo, observe un momento aquel grotesco hecho, aquella drástica forma en acabar con la vida del único amigo que tenia... Intente conservar la calma, lo ebrio desapareció, comprendí la terrible crueldad que había acaecido, entendí que en un momento en donde la cordura se fue a pasear, cometí una inevocada y funesta realidad... Yacía tendido con un hacha en medio de la frente, casi de manera quirurgica me deshice de aquel cuerpo homicida, lo desmembré con tal paciencia que hubiese separado cada tendón de cada músculo... Quise que todas sus partes fuesen diseminadas en toda la casa, porque así me sentiría con su presencia en todos los lugares... Y lo hice, al llegar el alba había esparcido sus partes, lo había puesto en el patio, en los cuartos, en la sala y hasta en la cocina... Estaban enterrados en macetas... Durante semanas enteras me sentía mas solo que nunca, no había momento en que la culpa no me visitara... Ulteriormente, varios meses después... Recaí en la ginebra, en la atentación de ver distorsionada la realidad, quizás calmando la ansiedad de tener una amistad, recaí en una botella para saciar mi necesidad... Era un día muy triste, una noche de lluvia cuando llegue a casa, estaba totalmente empapado y ebrio... Entre, abrí la puerta y para mi asombro vi miles de pasos, muchas y pequeñas marcas de patas, pequeñas pisadas de un animal... No entendí el por que de aquello, entonces decidí recorrer toda la casa en busca del intruso, con resultados infructuosos, no había nadie, ni nada... Durante varias noches se registro el mismo fenómeno, con los mismos resultados... Una noche, escuche varios ruidos en la cocina, decidí ir a ver que sucedía... Nada, siempre igual nunca nada... Cuando volví a mi cama miles de sueños funestos me atosigaban, pesadillas sobre el crimen me atormentaban, y el llanto, lo mas parecido a un niño pequeño me aturdía el cerebro... Varias noches experimente esto... Me estaba volviendo loco... El remordimiento me exasperaba, el enojo y el miedo me alteraban... Me resultaba difícil conciliar el sueño... Al final, una noche de tormenta escuche los ruidos en la cocina, inmediatamente me dirigí hacia el recinto, había marcas de patas, las seguí... Para mi asombro lo vi!, vi al animal que había asesinado y desmembrado, unido, como si nada le hubiese pasado, aunque se le notaban las uniones, esas partes cubiertas por sangre coagulada... Me asuste, quise entender que era todo parte de mi imaginación, que nada era real, pero el alcohol esta vez no me acompaño, estaba sobrio, mas lucido que nunca, pasmado, e incluso muy temeroso de aquella revelación.... De repente me miro!, el miedo se apodero de mi y me paralizo... Se acercaba lentamente... No me podía mover... De repente ronroneo, se acerco sobre mi pierna y empezó a fregarse, pidiendo cariño, como estaba pasmado y turbado me negué a dárselo, entonces un alarido espantoso hizo eco en toda la casa, era un grito como de un niño pidiendo auxilio, el animal me miro con ojos llenos de fuego, de un brillo demasiado intenso para ser descrito, sus fauces eran de un tamaño irreal y su agresividad se hizo mas que evidente contra mi persona... Arañado, ensangrentado amanecí... El animal había desaparecido, era el intento de asesinato mas extraño, pues cuando desperté tuve un reflejo en un espejo en donde me vi... Era una maldición o una visión espantosa la que vi... Me había convertido en felino! y mi amo estaba esperando a que me despertara para malograr mi existencia, pues en su mano derecha un hacha asestaba un golpe que... Apago mi vida....

Fernando Alberto Rodríguez....

No es casualidad...


No es casualidad...
El enfrentamiento se produce en la mente,
con dos frentes indiferentes que se contradicen
y unos contra otros intentan destruirse...
Así como en nuestra mente,
también en todo estan estos dos bloques antagónicos,
simétricos, enfrentados e incluso indivisibles
y por mas que sigan pasando los años,
ellos seguiran estando...
Tal vez todo tenga que ver con la dualidad que siempre existío,
por aquellos tiempos que no recuerdo,
por los tiempos que vendran y no podré verlos,
pero siempre existirá la dicotomía entre el bien y el mal,
entre lo correcto e incorrecto,
entre lo casual o intencional,
en la experiencia humana que se heredará
a través de los años que pasaran...
En cada ejemplo que se puede constatar
siempre se encuentra entre la guerra o la paz,
entre lo racional e irracional que posee nuestra forma de pensar,
entre la inconciencia y conciencia de nuestras acciones,
en la decadencia y la opulencia,
siempre existe esta contradicción en cada hecho,
en cada cosa, con un resultado que no se ve
hasta lograr contraponer cada axioma, cada forma...
Y en cada ejemplo más me pierdo,
en que siempre esta lo contrario a un algo,
que hay en cada intención humana algo que contradice lo dicho,
pero es muy raro que todo esto ocurra justamente en un lugar intermedio,
en donde el ser humano es el principal consumidor
de estas dos formas de elección...
Es tan raro, ahora que lo pienso estamos justo
en el medio de lo que alguién a ideado porque estamos
a un paso del cielo y del infierno
y solo los separa una dimensión que alguién pensó...
No es casualidad que vivamos
a un paso de la vida o la muerte,
de lo bueno o malo,
no es casual que en estos momentos elijamos...
Fernando Alberto Rodríguez...

Contradicción...

Contradicción...

Eterna y antagónica acción
de ver en cada cosa una reacción
a esta inefable vida que es contradicción
con la muerte misma...
Como todo, como toda connotación
asimétrica en sí,
entre la cordura y la locura,
entre esta eterna lucha
de entender que para un bien,
siempre hay un mal...
Somos esta contradicción
de vivir a morir,
de odiar a amar,
de compartir a estar en soledad..
Que manera de obviar
que será nuestra principal actividad
el evadir toda confrontación
con total naturalidad...
No hay manera de escapar
es la prerrogativa
de nuestra finita vida
esta necesidad de ser contrariedad...
Fernando Alberto Rodríguez...

miércoles, 23 de abril de 2008

Alba...

Alba...
Dejarás de existir cuando amanezca,
te iras como una breve brisa de primavera,
pues de noche estara tu presencia
y al salir el sol partiras con paciencia...
Contigo todo es diferente
el día se hara noche,
la vida carecera de sentido
todo es nada sin ti...
Por esta razón serás contradicción
entre lo que es amor,
entre este ardor
de pretender de ti una acción...
Se que no volverás,
partiste al amanecer
pues en la noche pude ver
que tu no pretendes volver...
Cuando llegue el alba
estare recostado en mi cama
soñando lo que pudo ser
y no fue por culpa de no entender...
El alba esta asomandose,
debo cerrar los ojos temiendo
volver a tener la visión
de ver en ti... Una ilusión...
Fernando Alberto Rodríguez...

lunes, 21 de abril de 2008

Cada vez…

Cada vez…

Cada vez que la ame temblaba
pidiendo que jamás me alejara
me susurraba al oído cuanto me necesitaba
y juraba por Dios que me amaba…
Cada vez que le recitaba un poema lloraba,
era tan sensible como un estanque de agua,
se estremecía cada vez que le decía
que en mi vida era todo lo que siempre pretendía…
Fue lo más hermoso que me pudo haber pasado,
aun hoy les cuento a todos por este absurdo cuento
en el que fui protagonista, guionista, hoy relator
porque les comento a todos que lo nuestro era amor…
Es que es incoherente que viva en mi mente
transgrediendo todo mi presente,
oponiéndose a cada instante
cuando intento borrar lo intrascendente…
Cada vez que escribo lloro poco,
también solo me rió
porque me doy cuenta que desvarío
por el amor que nunca fue verdadero
pero me hacía tan bien creer que era mío…
Cada vez que escribo voy sacando un poco
de lo mucho que me acongoja haberla conocido…

Fernando Alberto Rodríguez…

Loco inconciente…

Loco inconciente…

Allí estaba ella, sentada junto aquella pared que parecía mas bien, una especie de morada deshabitada desde hace mucho tiempo, con sus ladrillos gastados por la erosión del viento y otros factores ambientales, o tan solo por la ingratitud del tiempo que hace que las cosas sean esporádicas…
Su vestido blanco sobresalía entre la inmensidad de aquella pared de 6 metros por 4 de alto, con ese color rojo-oscuro, ella era una pequeña mancha, diminuta, a lo lejos…
Sus cabellos de un color colorado, su boca tan roja, su piel tan blanca, como una nube a cielo abierto, sus ojos dos lagunas de color celeste, todo eso componía a la criatura mas perfecta, la mas bella que alguien pudo concebir…
Recuerdo que me pare en la otra vereda, desde lejos la admiraba, de vez en cuando recuerdo que murmuraba que la amaba… Porque es verdad… La amaba…
De repente el tiempo parecía detenerse, el viento había dejado de soplar, los árboles de manera espontánea quietos se quedaban, dentro de toda esta confusión vi que se acercaba, de manera lenta, sin apresurarse, ¡Que haré!?, me pregunte en voz baja… Allí estaba ella, como un imán venía hacia mi, no supe que hacer, así que inmóvil me quede… Levanto su mano derecha y me saludo en la prosémica distancia inexistente de 2 metros, vacile, pero con un acto-reflejo, también la salude… Sin darme cuenta había iniciado la comunicación, el miedo se fue convirtiendo en ardor, en una sensación que me quemaba el pecho, que me hacía ser un ser perfecto, pues sonreía a cada momento…
Que emoción tan alucinante, esta de querer besarle… Y ella casi naturalmente hablándome, contándome cosas que a nadie le contaba… Escuchándola, una lágrima se desprendía de sus hermosos ojos, no supe que hacer ante ese cristalito que caía, y me apresure a abrazarla, pues sentía que debía demostrar que ella a mi me importaba…
Cuando la tuve apresada entre mis brazos, ella alejo su cabeza y un beso me dio… ¡ Un beso!, sentir sus labios comprimidos con los míos, como describir esa situación, pues cuando den un beso, fíjense en su sabor… El que ella me dio era de rosas, con un toque de miel, pero con mucho placer…
Y allí estábamos, besándonos en medio de la calle, casi inmutándonos que nadie nos vio, cuando todos pasaban mirando, observando como curiosas criaturas de Dios, a dos personas que se daban un poco de amor…
El beso fue prologándose, llego a hacerse eterno, cuando en realidad unos minutos habían pasado, pensé que había pasado un año… De repente quito sus manos de mi cabeza, se alejo… Me miro, sonrío y me dijo… “Despierta, que ya amaneció, soy solo una ilusión, que debe marchar, porque el amanecer me hará esfumar”…
Una luz blanca cruzo hacia mi cara, era el resplandor del sol de madrugada… Fue allí que entendí que se fue mi amada…

Fernando Alberto Rodriguez...

domingo, 20 de abril de 2008

Para el amor de mi vida...

Para el amor de mi vida...

Es que a pesar de que hayan pasado los años,
fuiste lo mas hermoso que me ha pasado,
por todo lo que vivimos,
por esta cuestion de perfeccion que encontre en tu amor...
Por toda la ilusion que aun guardo,
por todos esos momentos ,
por esos segundos, por esos dias,
en los que creia estar enamorado...
Por todas las mentiras que me decias,
por cada cosa que no se describirlas,
por todo esto que llevo dentro,
por cada lagrima que me invade en cada recuerdo...
Por esta vida que me hizo conocerte,
por este corazon que te ama y te aborrece,
por todo, por nada, porque te adoro,
porque aun te espero...
Por esta condena que me hace amarte,
que me recorre las venas,
por la vida que no me da tregua
y no me hace olvidarte y tener amnesia...
Por todo esto... Por casi nada... Aun te amo...
Fernando Alberto Rodríguez...

martes, 15 de abril de 2008

Escena...


Escena...
Empiezo por hablar,
pero de nada sirven las palabras,
te grito que te amo y tu ni hablas,
te pido que pronuncies lo que sientes, lo que anhelas,
y solo recibo el silencio espantoso como respuesta...
En mi cara las lagrimas no se hacen esperar,
ni tampoco que mi respirar sea más apresurado
por pensar que tu me has dejado de amar...
Es demasiado intenso todo lo que siento,
que no puedo ocultar que te amo
y que me duele esperar un milagro
para que tu te quedes a mi lado...
Ya no se que mas decir, grito, lloro,
como si estuviera hablando al silencio
espero respuestas de un muerto
y me rindo en el último intento...
Quiero seguir, pero no puedo mas sufrir,
deseo transmitir lo que significas para mi,
no entiendo que más puedo decir,
si ya todo te dí...
No intento más poderte disuadir,
la decisión esta tomada te tienes que ir,
veo claramente que es nuestro fin,
y lo compruebo cuando partes de aquí...
La historia parece terminada,
y la página escrita consumada,
la última escena ha sido... Actuada...
Fernando Alberto Rodríguez...

Pensare en ti...


Pensare en ti...
Pensare en tus manos sobre mi cuerpo,
pensare que mis ojos admiran tus pechos,
sentire tu piel cuando roze tu viendre
y bese tu cuello...
Compondre con mis dedos
un poema en tu espalda,
mordere poco a poco tus poros
y en cada uno de ellos se quedara de mi un poco...
Bajare besando tus piernas,
besaria cada centimetro de ti,
besaria y me quedaria tocando tu silueta,
pues de tus pechos he bebido
y en ellos me he perdido hasta
no saber si son mis labios los que provocan
la humedad sobre tu cuerpo mojado...
Pensare en amarte cada dia,
porque me haces sentir con vida,
pensare siempre en ti,
porque es la pasión que me hace ser.. Así...
Fernando Alberto Rodríguez...

Sentado...

Sentado...

Estoy sentado de frente hacia la ventana,
viendo como la lluvia cae de manera desordenada,
observando como las gotas se mimetizan
con el aire y pienso que también con mis lágrimas...
Es un día gris, triste,
como si todo estuviera coordinado
para que en este día
recuerde cuanto te extraño...
Sigo esperando, sentado, el instante
que tu ausencia sea presencia,
que tu amor sea una bendición
y que el dolor sea del pasado...
Sentado estoy pensando en tantas cosas,
pero todas se resumen... En ti..


Fernando Alberto Rodríguez...

Relato...


Relato...

Él iba caminando hacia su hogar por una calle sin nadie,
estaba tan desolado el lugar que el susurro del viento
era un amigo inseparable en ese instante de soledad.
En cada farol él se paraba para secarse las lagrimas,
que en conjunción con las gotas de lluvia se mezclaban
y al caer al piso por la gravedad, no se notaban.
Al fin llego a su morada, él empapado se encontraba,
su cara estaba algo cansada, y sus manos temblaban...
Su pelo mojado, sus zapatos llenos de agua, y su ropa
llena de nada lo acompañaban, ya que nadie en su casa
se encontraba...Estaba solo..
En el piso había un gran charco de agua,
él por encima paso y al pasar se vio nítidamente allí,
entonces quiso llorar, porque empezaba a recordar
a su amada, pues el aún hasta el día de hoy...La ama.
Fue hasta su habitación y en las fotos de los dos
ella estaba, al verla de nuevo añoro aquellos momentos,
entonces se sentó, y pidió a Dios su compasión,
pero aún así él lloro...Sentado en la cama,
abrazando una almohada, gritando en el silencio
del recinto, llorando sin consuelo, o tan solo
pidiendo un ruego, él paso la noche...Sufrió.
Las lagrimas que de sus ojos nacían cortaban el aire,
y llenaban de tristeza todo su alrededor,
pero la música de él nacía, con versos hermosos
dirigidos hacia su amor, con el sollozo de un enamorado
loco de pasión, pidiéndole por favor
que vuelva a su lado, para dejar de gritarle...Te amo.
Cuando pensó que todo allí había acabado,
se recostó y se durmió...Pero en sus sueños el la vio,
fue allí cuando el por fin la beso y la amo.
¿Que irónico, no?...Él que hoy ha escrito este relato,
no es más ni menos, el mismo que lo vivío... Fui yo.
Fernando Alberto Rodríguez...

Esto que sentimos...

Esto que sentimos...

Ven, conviértete en brisa y bésame deprisa...
Has que mis manos sientan el calor de tu cuerpo,
que mis labios deseen tenerte a cada momento,
y dime... Si es una locura esto que siento...
Será que estoy sediento de ti,
de tus manos, de tu piel,
de tu silueta que se encuentra lejos,
y al mismo tiempo cerca, pues nos amamos
y lo único que importa es que nos necesitamos...
Ay amor... Dime que me amas,
que necesito saberlo,
que no existe nada más importante para mi que tu amor,
que el no tenerte es sentirme vacío,
sin ganas de seguir y la única luz que me ilumina es la de tus ojos hermosos...
Que me guían hacía ti...
Ven... Conviérteme en tu sentir, en tus esperanzas,
ven y conviérteme en lo más importante para ti,
como lo eres tú para mi...
Ven que me muero de amor por ti...
Fernando Alberto Rodríguez...

viernes, 11 de abril de 2008

Valores...


Valores...


Una definición de lo que son los valores podría ser...
La importancia que le da un hombre a un algo,
una cosa, que para el es relativamente sagrado...
Seguramente es difícil proponer una escala de valores,
de importancias jerarquicamente estructuradas,
y ver en ellas el modelo que seguiría el mundo para una cultura soñada...
Sin embargo vemos que nos llevamos sorpresas,
pues los valores han cambiado, los sueños se han cruzado,
y la vida de cada uno ya no es la misma, pues hemos cambiado...
Se ha pasado de una era a otra en un tiempo no escatimado,
con cambios tecnológicos, con supuestos ideales
y con la nueva presencia de lo que llamaremos nuevo...
Es tan raro todo esto... Comprender de un momento a otro,
porque los valores hacia la familia, hacia los amigos,
hacia la vida misma han cambiado se hace un poco meticuloso
el tratar de establecer un parámetro justo
para proponer crear una sola concepción hacia algo
que no se puede constatar solo con palabras pues va mas allá de lo real...
Se puede confundir muchas veces lo que es verdad de lo que puede ser,
en estos momentos el mundo ha cambiado y lo que fue, ya no es,
y lo que será, se cambiara...
Quizás por ello ya no se si se puede o no tratar de pensar que pasara...
Si los valores seguirán cambiando, para bien, o para mal,
pues es algo que nos aqueja y la única forma de poderlo solucionar
es empezando por cambiar nuestra manera de pensar...
Transmitir los valores a nuestros hijos, nuestro entorno,
es por donde se puede comenzar,
pero para que ello floresca debemos... Esperar...


Fernando Alberto Rodríguez...

miércoles, 9 de abril de 2008

Llegaste...

Llegaste...
En un hermoso amanecer llegaste,
entraste en mi vida sin preguntarme
si quería ser feliz
o si qusiera que habitarás en mi...
Entraste en este corazón,
me abri sin temor
a la condición de ser suceptible
a tu amor...
Día a día llenaste mi interior,
iniciaste mi camino hacia la claridad
de ver la realidad
de necesitarte más y más...
Hoy es mi verdad
esta de extrañarte
y no dejarte de pensar
a tal punto que de ti me he
empezado a enamorar...
Poco a poco me llenarás
y cuando piense que no puedes más
entonces sentiré
que mi vida te la dedicaré
para poderte... Amar...
Fernando Alberto Rodríguez...

martes, 8 de abril de 2008

Abrázame...

Abrázame...
Estoy pidiéndole a Dios
que me de la concesión
de darme la bendición
de abrazarte y darte mi amor...
A cada instante te imágino,
una breve imagen me visita,
se hace presente en el aire,
como un loco intento abrazarte...
Pero te escabulles entre mis dedos,
desaparecés entre la inmensidad
de la soledad
que me transgrede cuando no estás...
Me siento vacío
con una vastedad en mi
que me da miedo decirlo,
pero tu llenas mis sentidos...
Es que nada me hace feliz,
para mi todos los días son de color gris,
lúgrubes y sin sol,
pues es plomizo el cielo sin tu amor...
Abrázame por favor
que el silencio me da pavor,
sin tu presencia no existe el calor
pues para mi... Se extinguío el sol...
Abrázame y promete
jamás alejarte... De mi lado...
Fernando Alberto Rodríguez...
¿Aun no llegas?...

Y las hojas de los árboles siguen cayendo,
el día empieza a palidecer,
la noche cae con su manto
sobre mi piel, y tú aun no apareces...
El silencio empieza a hacerse eterno,
como la oscuridad que se adueña del tiempo,
y ni la luna, ni las estrellas logran quebrar este momento,
en donde todo se tiñe de negro
y el lúgrube miedo de jamás tenerte
se hace mas que evidente cuando me recuesto...
Es entonces cuando miro una foto imaginaria
en donde tu figura es extraña,
no se nota tu cara, ni tus ojos, ni tu boca,
y sin embargo poseo esa imagen en sueños,
en donde al oído solo un cuento de amor te recito...
Sin embargo el amanecer se acerca y de pronto te esfumas,
como la marea lentamente te alejas,
y entonces una canción se escucha con lejanía,
es el canto silencioso de un poema hecho ironía
en donde tu jamás... Existías...
Fernando Alberto Rodríguez...

A cada momento que pasa...

A cada momento que pasa...
Pienso en ella a tal punto
que se me olvida mi existencia,
no hay nada más en mi mundo
que su eterna ausencia...
La recuerdo porque es mi risa,
porque tiemblo cuando escucho su voz,
porque me estremezco
cuando dice... Te quiero...
Es la falta que me hace
la que me incita a seguir este viaje
hacia algun lugar deconocido
en donde pueda, ella, estar conmigo...
Extraño cada atardecer que se iba
apresurado a morir
en la noche eterna
que se hacia día cuando ella quería...
Hoy a cada instante la extraño,
no dejo de sentir este daño
que me ahoga en un llanto interno
pues lloro por dentro...
A cada momento que pasa
ella invade mis pensamientos,
transgrediendo mis comportamientos
para volcar, ahora, estos sentimientos...
A cada momento que pasa...
Cada vez más... La extraño...
Fernando Alberto Rodríguez...

sábado, 5 de abril de 2008

Gracias... A ti...

Gracias... A ti...
Comprendi que puedo sonrreir,
cuando me incitas a seguir
con esta ilusión que empieza,
que me hace querer vivir...
Porque Dios te dió tanta ternura,
que la dulzura que brota de ti
me llena el alma,
me embarga y me basta para sentir...
Es esta la verdad
pues cada vez te extraño más,
a todas horas pienso
que necesito de ti para respirar...
Por todo lo que me haces sentir
cada día que me ayudas a salir,
tomando mi mano, guiando mis pasos
hacia esta felicidad que proviene de tus labios...
Gracias por haber entrado en mi vida,
por tocar la puerta designada,
por ser como eres,
porque te quiero tal cual eres...
Gracias a ti... Por todo esto,
porque necesito agradecerte
que todo lo que soy
es porque tu asi lo has hecho...
Gracias... Por aparecer en mi camino
y darme la posibilidad
de renacer... Contigo...
Fernando Alberto Rodríguez...

Te quiero mi amor...


Te quiero mi amor...

Que si sigo un camino

quisiera que fuese tu cuerpo,

el que me guie,

el que me incite a conseguir el mayor anhelo,

el poder quererte mas alla del cielo...

Quisiera que tus labios sean un manantial,

de donde bebere sorbo a sorbo todo tu ser,

y es que tus manos me embriagaran creando

un desconcierto en mis sentidos,

combinando el amor y el delirio al recorrer tu silueta,

al amarnos en una noche sin testigos...

Sera que todo es tan simple,

que ahora solo pienso en ti,

y vuelo, viajo de un lugar a otro,

para amarte, para besarte,

para dormir junto a ti de noche,

para poder simplemente dejar de extrañarte....

Ahora todo es perfecto porque sueño despierto

y siento que junto a ti estoy viviendo,

porque todo es muy cierto y bello

porque en ti ahora pienso...


Fernando Alberto Rodríguez...

De donde...

De donde...

De donde son esos sueños,
de quien es esa voz,
de donde provienes amor...
De que lugar te reconozco,
de donde es ese lugar que desconozco,
en que momento te ofrecí
lo mejor que tenia en mi...
Porque cada noche transgredes mi calma,
y recostado en mi cama, solo abrazo mi almohada,
tratando de contener el deseo
de que vuelvas de madrugada...
Y por que te escribo tantas cosas,
si no conozco ni tu sombra,
y aunque siga esperando por tu ternura,
seguiré desvariando, pues ya no me queda cordura...
De donde eres, de donde quiero que seas,
en que lugar puedo encontrarte,
en que circunstancias me tocara...
Amarte...

Fernando Alberto Rodríguez...

Me levante con necesidad de ti..


Me levante con necesidad de ti..
Hoy me levante con sed,
sed de tus labios que jamas encontre...
Empece por vestirme y me recoste,
pensando solamente en amarte mujer...
Solo cerre mis ojos para verte
en medio de mis sabanas
que impregnadas de amor se hallaban,
pues en mis sueños siempre te encuentro
y en la noche nos fundimos en la pasion y el deseo...
Es que ahora solo pienso,
solamente en tu nombre,
solo pronuncio dos palabras
y miles de reproches le hago a mi alma...
Solamente puedo decirte
que te extraño demasiado,
que me perdones por los errores incontados
y por este amor que siento,
que niego ante tu mirada,
pero que mi corazón y tu corazón,
saben que el... Te ama...

Fernando Alberto Rodríguez...

Hoy me visito tu recuerdo...

Hoy me visito tu recuerdo...
Bajo las estrellas la recuerdo,
asi de magnifica, asi de eterna,
asi de lejana, asi bella...
La ame quizas demasiado todo le di,
quedando sin un poco de amor en mi alma
le entregue todo lo que siempre anhelaba
porque crei que ella me amaba...
Pero, que es tanto para dar
si lo que tengo no me basto,
no me bastara para poderla amar...
¡Ay! este amor que no es mio
que es de ella
y no quiere compartirlo...
Me encuentro todavia recordandola,
gastando esta memoria
que tiene la mas absurda historia
pues de que me valio amarla
si ella jamás se vio ilusionada...
Hoy me visito tu recuerdo,
como vino se fue, raudamente volo,
floto en la inmensidad de la noche
lo despedi con un pañuelo blanco
lleno de lagrimas que fueron derramadas
cuando... Vi que te esfumabas...

Fernando Alberto Rodríguez...

A ti..


A ti..

A ti que despiertas en mi un suspiro,
que haces que todo sea tan lindo
cuando tú estas conmigo...
A ti que me esperas,
como esperan los pájaros a la primavera,
a ti por tu amor sincero,
como negarte que... Te quiero?...
A ti que eres mi vida entera,
mi paz verdadera,
mi condena perpetua, mi flor mas bella..
A ti como no amarte
si los méritos que haces,
me embriagan a tal punto de jamás
dejar... De amarte...
A ti... Te amo...

Fernando Alberto Rodríguez...

Igualdad en la desigualdad...


Igualdad en la desigualdad...

Esto es la reconstrucción de un escrito,
que hice hace años, que mantiene sus cimientos
como un edificio viejo...
Somos iguales ante las leyes,
ante la norma impuesta por la generación,
desiguales dentro de la misma evolución
en la que seguimos cambiando para mejor... Para peor...
Somos iguales y desiguales al mismo tiempo,
no solo por la forma de pensar, de sentir o vestir,
sino mas bien por la manera en la que podremos salir
de algún embrollo en el que estemos metidos...
Iguales porque el sistema nos hace parecerlo
pero es en la competencia en la que vemos
que jamás podremos hacerlo
dado que dependemos del poder económico...
Que nos condiciona a tener las mejores cosas,
las mas costosas, las que nos hace ser mejores que otros
porque podemos llegar a lugares que otros ni se imaginan,
porque sus limitaciones son bien definidas...
Iguales ante las leyes, desiguales ante nosotros,
iguales en la posibilidad de comer
solo que unos cuantos lo pueden hacer...
Iguales en la posibilidad de estudiar,
pero es irónico, pues nadie se recibe asi no mas...
Iguales en trabajar, pero el trabajo esta reservado
al gran ejercito industrial calificado...
Iguales ante las leyes,
sin embargo vemos que estan libres los delincuentes...
Iguales... ¿En qué?... Desiguales... En todo...
Fernando Alberto Rodríguez...

Acoso...


Acoso...

Te beso, te toco, te pierdo,
te encuentro, te abrazo, te suelto...
En cada beso te humedezco,
con mi mirada te desnudo,
con mis manos te cubro,
con mis labios te exploro...
Bebo el agua que brota de ti,
de tus labios humedecidos
por la pasión y el delirio
por el extasis que provoca sentirnos...
Te sigo tocando, te sigo besando, te sigo amando,
dejando de lado las sabanas para complementarnos,
para sentirnos uno en el vaiven de nuestros cuerpos
humedecidos por tantos movimientos...
Te sigo besando, te sigo tocando, te sigo consumiendo
como una vela al son del fuego,
vamos ardiendo, vamos asumiendo
este rol jugado llamado deseo...
Te toco, te beso, te esfumas, te pierdo...
Te encuentro, te amo, te consumo
y por arte de magía desapareces como el... Humo...

Fernando Alberto Rodríguez...

Recuerdo aquel poema...


Recuerdo aquel poema...

De vez en cuando recuerdo el pasado,
me acuerdo de cuando escribi el primer verso,
que no era verso, que eran mas bien
palabras tiradas al viento derrochando un poco de amor...
Mi primer escrito me estremecia,
abria una faceta que hasta el momento desconocia,
implicaba dejar al desnudo mi alma,
encontrar en una lapíz y un papel la solución para expresar tanto amor...
Ese día escribi lo que jamás pense que podría escribir,
puse el empeño para decir lo que no podia decir
y las palabras iban formando estrofas,
sin esfuerzo fui componiendo los mejores versos...
No eran los mejores en el sentido literario,
pero contenian mis sentimientos mas puros,
así que los expuse, como los expongo hoy,
con la misma simpleza y hasta inocencia
que me hace gritar al mundo entero lo que siento...
Pero mi primer poema fue el que mas me calo,
como una lanza me atravezo
de tal manera que cuando pienso por que puedo expresarme asi,
solo una respuesta esta en mi,
y es que la razón de escribir, fue por ella...
Asi empece con la ilusión a cuestas,
despues con el dolor,
ahora con la ilusión nuevamente
de volver a encontrarte para amarte...
Hoy escribo gracias a ella y si vuelvo a encontrar el amor
no sera por una espera que lleva años,
sino por la continuidad de seguir amando
al amor mismo, del que estoy profundamente enamorado...
Pues en cada persona se encuentra este amor,
solo es necesario que me entregue su corazón
para redimirme ante ella y así amarla sin razón
ni miedo a seguir escribiendo...
Hoy recuerdo ese poema que fue el génesis
de todo lo que soy y sere,
es que no es díficil entender
que cuando escribo, es cuando realmente vivo...
Aquel poema fue un latigo que me castiga
a tal punto que debo mi vida
a la causa impulsada por la esclavitud elegida
de escribir día a día...

Fernando Alberto Rodríguez...