lunes, 21 de abril de 2008

Cada vez…

Cada vez…

Cada vez que la ame temblaba
pidiendo que jamás me alejara
me susurraba al oído cuanto me necesitaba
y juraba por Dios que me amaba…
Cada vez que le recitaba un poema lloraba,
era tan sensible como un estanque de agua,
se estremecía cada vez que le decía
que en mi vida era todo lo que siempre pretendía…
Fue lo más hermoso que me pudo haber pasado,
aun hoy les cuento a todos por este absurdo cuento
en el que fui protagonista, guionista, hoy relator
porque les comento a todos que lo nuestro era amor…
Es que es incoherente que viva en mi mente
transgrediendo todo mi presente,
oponiéndose a cada instante
cuando intento borrar lo intrascendente…
Cada vez que escribo lloro poco,
también solo me rió
porque me doy cuenta que desvarío
por el amor que nunca fue verdadero
pero me hacía tan bien creer que era mío…
Cada vez que escribo voy sacando un poco
de lo mucho que me acongoja haberla conocido…

Fernando Alberto Rodríguez…

No hay comentarios.: